Carlos
El yoga es uno de los seis sistemas esenciales de la filosofía o pensamiento de la India que se conocen como darsana, que a su vez se deriva de la raíz sánscrita drs que nos muestra varios significados: "ver", "vista", "mirar", "punto de vista", "cierta forma de ver".
La idea de fondo es mirar hacia nosotros mismos para ir reconociendo lo que somos, digamos que es un trabajo que dura una vida. Dicha observación, a mi entender ha de hacerse bajo determinados supuestos, "el verse a uno mismo", es decir bajo unas condiciones de calma y conciencia, unos determinados trabajos corporales sin exigencias envueltos en respeto y amor.
Ese modo de verse hacia nuestras profundidades, "nos despierta". La conciencia adquiere vida y mira, y nos vamos "limpiando" de las impurezas o autoengaños en los cuales estamos inmersos, mostrándonos una realidad con menos ficciones y cuentos absurdos.
Recordemos aquí que dentro del aspecto ético del yoga, esa cualidad tan importante como "tapas" donde la constancia refinada en el fuego de la practica de la vida, nos equilibra con el agua, para atemperar, en un permanente equilibrio de búsqueda de uno mismo nuestro vivir. Ha de ser una constancia inteligentemente espiritual, como una lluvia fina que riega nuestro corazón, sin dar tanta preponderancia a lo mental.
Nuestros sentido funcionan hacia el exterior, y estamos automatizados en una continua búsqueda de estímulos. Ello nos construye. Pero si aprendemos a mirar hacia el interior, y a permancer ahí, nos damos cuenta que nuestra visión muta, los sentidos se interiorizan, su dirección cambia. Ya no hay tanta distracción, ni tanta dispersión. Surge "la escucha interior" que emana de una unidad que es esa conciencia viva. Es un proceso continuo de deconstrucción.
Aprendes a ver con tus ojos internos, hacia dentro, con lo que esta frase tiene de metafórico, a sentir lo que eres, no una imagen que te da un espejo o te dan otras personas. Ese modo de ver te cambia la percepción de ti y del mundo, eso es yoga.
Es importante comprender que no es lo mismo "ver con conciencia" que vivir inconscientemente, de ahí que "el punto de vista", este modo de mirar, es como una luz perenne que te guía para estar vivo cada día, pues sí o sí esa nueva situación te va actualizando como ser humano, diría, como un buen ser humano.
Finalmente comentar que el yoga nos permite vivir abiertos a la luz de la vida, flexibles hacia la vida cotidiana, limando nuestras rigideces, tanto de nuestros actos como de nuestro mental, lo que nos ayuda a disponer de "otros modos de ver" ante las situaciones vitales, así como una mayor adaptabilidad, evitando tanta reactividad y sufrimiento.
Artículo escrito por Carlos Serratacó
Huelva, Noviembre 2024