lunes, abril 16, 2012

Dibujando una clase de yoga



"Si la mente se estabiliza, el cuerpo se estabiliza" 
"Tal como respiras, tal es tu mente"
"Aliméntate de serenidad y gozarás de la calma"
                                                             Breves frases yóguicas 

Me gusta dibujar las clases de yoga. Todas las clases de estos años se encuentran dibujadas.

Al dibujar plasmo lo que quiero que sintamos en clase. Todas las clases tienen un sentido, y en esa acumulación de sentires y sentidos vamos trazando un camino entre todos.

Una clase de yoga ha de estar preparada, no es una sucesión de posturas o asanas pegadas unas a otras. Las posturas nos crean un estado de percepción, movilizan la respiración, las emociones, mueven determinados órganos internos, músculos, huesos, y educan nuestra mente hacia la atención entre otras características. Por lo que es importante dar "un sentido" a la clase de yoga.

Las asanas han de encontrarse escalonadas, y se tienen que equilibrar entre unas y otras. Escalonadas porque al tener un sentido nos dirigimos hacia algo, y una vez alcanzado ese algo, hay que bajar los escalones. Es decir una clase tiene un inicio, un centro y un fin. Tiene que estar regulada, equilibrada y compensada. No caben espejismos acrobáticos, ni musculares, ni emocionales, ni respiratorios.

Por otro lado, hemos comentado que nuestro cuerpo, mente y respiración mutan permanentemente, y se ven afectadas por las horas del día y por las estaciones. Esto quiere decir que una clase de yoga no es lo mismo impartirla a las  9 de la mañana y a las 9 de la noche, que a las siete de la tarde. Es decir hemos de adaptarnos a la estación de año y a la hora para la preparación de una clase. Adaptarnos a como nos encontramos y a las condiciones.

Una clase de yoga nos permite equilibrarnos, encontrarnos bien, relajarnos, disfrutar de lo que somos, y por ello todos estos detalles nos pueden ayudar a la práctica. El yoga expresa sentimientos, es importante entonces disfrutar plenamente de esa expresión.

Las posturas tienen contra posturas, es decir restablecemos aquello que ha cambiado, y también preparamos la siguiente postura. Esto quiere decir que las posturas se van alimentando unas de otras compensándose,  y se van neutralizando, igualando, equilibrando para que vayamos recuperando la normalidad en todos los sentidos. Uno al acabar la clase de yoga, ha de acabar bien. No desequilibrado.

Es importante crear un estado de escucha en la clase, una escucha  interior, que es ese estado de percepción que hablábamos, donde va surgiendo un "darse cuenta", un "estar abierto". Es muy hermoso que todo ello surja al educar la atención en la postura, que nazcan tantas maravillas. Es decir estoy en una postura, mi atención se encuentra en la postura, en encontrar apaciblemente mi lugar en ella, y de todo ello nace este estado de escucha. Y ahora, para que haya escucha, hay que crear unas condiciones de silencio interior. Y todo ello me hace sentirme bien.

Entre otro aspecto a destacar comentaría lo que denomino "el acto de reconocerse". En clase al crear ese estado de percepción apacible y relajado, amable y de empatía conmigo mismo, nace el acto de reconocer mi respiración, mi cuerpo, y eso es muy importante. Es decir puedo dialogar con mi cuerpo, con lo que soy amablemente, serenamente, y si yo me reconozco, a la larga reconoceré al otro, dialogaré con el otro de igual a igual, y sí, si siento mi corazón, si siento mi sensibilidad lo compartiré contigo, porque de una clase de yoga ha de nacer un compartir, primero con uno mismo, luego con el otro, y finalmente con la vida.

Sergent García- "Amor pa´mi"





3 comentarios:

Pilar Arenas Nieto dijo...

¡Hola Carlos! Me alegra haber encontrado esta ventana que nos ofreces para saber interpretar mejor el mundo del yoga. Como bien dices en clase, no son solo posturas ante el espejo. Con los ejemplos que describes creo que será mas fácil aplicar la enseñanza de que nuestro cuerpo es nuestro hogar. Intentaré asomarme a las ventanas abiertas de par en par donde la luz, el viento, los colores, inunden de felicidad los rincones polvorientos que cargamos en nuestras mochilas.
¡Un saludo!

Carlos Serratacó dijo...

Hola Pilar, gracias por todo, muchos besos y espero verte pronto

Unknown dijo...

gracias!!!!!

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