viernes, junio 08, 2012

Satya, la verdad que surge de la postura (ética del yoga)


"Aquel estado en que la mente se serena por la práctica del Yoga, en que uno goza contemplándose a sí mismo, por sí mismo y en sí mismo, en que se conoce una felicidad inmensa...cuando en ese estado uno se ha establecido, jamás se aparta de la verdad; conquistándolo, no piensa uno más que pueda darse otra conquista igual.."   6.23 Bhagavad-Gita (Siglo V a.c)

En otros artículos hablábamos de Yama y Niyama. Dentro de Yama ya comentamos Ahimsa, la no violencia. Hoy comentaré algunas notas de Satya, la verdad. Recordamos que Yama y Niyama los entiendo como unos principios éticos que surgen de la práctica del yoga.

El yoga es algo lento, el proceso no es rápido y no hay fin, sólo hay un continuo viaje de ajuste. La constancia es lo que te va colocando en tu sitio. Cuando estamos en la esterilla vamos aprendiendo donde colocarnos, vamos aprendiendo como son las posturas, vamos aprendiendo a sentirnos cómodos en ellas, vamos aprendiendo a respirar, vamos aprendiendo a ajustarnos...es un continuo estado de aprendizaje.

En ese estado de aprendizaje vamos dándonos cuenta de cómo somos, es una carga de profundidad que no surge por arte de encanto, va gota a gota. Simplemente pongo atención en la postura, mi atención está en ello, pongo mi atención en cómo me siento, mi atención está en ello... . De ese estado de atención nace un estado de darme cuenta de cómo soy. Estoy sólo con la postura, estoy sólo con mi respiración, estoy sólo con mi cuerpo, estoy sólo con aquellas emociones y sentimientos que surgen de mi corazón. Estoy sólo con mi calma, con mi paz, para observarme en paz.

Me gusta la metáfora de ir esculpiendo una escultura, lentamente con tu cincel y tu martillo, sobre el mármol del ser, de ahí surge una figura hermosa, algo bello. Así se está en postura una y otra vez, pero es importante que sea con el corazón.

Ese contacto con lo íntimo de uno, es contactar con tu verdad. Es un hermoso reconocer.

Creo que es importante detenerse y reflexionar, ya sea en práctica o no, sobre lo verdadero de uno mismo:

 ¿Qué es verdad? ¿Qué es mentira?

¿Soy simplemente lo que dicen de mí?

¿Soy lo que esperan de mí?

 ¿Soy algo impuesto?

¿Qué imagen tengo de mi mismo y como me manejo con ello?

 ¿Soy valiente para reconocer mi verdad?

No voy a seguir con las preguntas, lo que me gustaría comentar es que es algo increíble ir reconociendo como eres, no todo es bueno, pero por lo menos estas ahí atento a ello, aprendiendo. Surge la aceptación  y la capacidad de transformación sobre una realidad profunda.

Muchas mentiras sobre nosotros mismo nos llevan al sufrimiento o a actitudes que nos hacen daño. En satya, la verdad sobre nosotros, el conocer lo que somos, nos fortalece, nos trae felicidad, te conecta con aquel ser que eres, te hace dialogar en la verdad de ti mismo, y no vives en un mundo de mentiras, de globos, no estás colonizado en el engaño.

Para acabar comentar que Ahimsa, la no violencia, aquel respeto que surge de la práctica, aquel amor profundo que surge de la postura está íntimamente ligada a Satya, la verdad. Si conoces tu verdad eres incapaz de hacerte daño, de vivir en la violencia sutil o grosera. Tu alimento es la vida.


Too Long-Yael Naim
http://www.youtube.com/watch?v=Kc6jmWh8aAE

No hay comentarios:

Artículos más visitados

Amigos del Blog

Todos los artículos a un clic

Traslate