sábado, noviembre 05, 2011

Retiro de Otoño: el silencio entre el caer de las castañas


Y hace dos semanas tuvimos el Retiro de Otoño y ahondamos en dos temas: por un lado iniciamos los chakras con Muladhara, y por otro profundizamos en una aproximación al silencio.

El silencio como un estado de ser, como una parte de nosotros que está ahí, y sólo mediante la escucha, cabe descubrirlo. Una escucha interna, una escucha que nace de crear unas condiciones donde el ruido interno, "tanto hacer", "tanto pensamiento" se apaciguan y se llenan de calma, y entonces es posible esa escucha de silencio. Un silencio que habla, acompaña, reubica, y se hace indispensable. Es un estado de paz, es un silencio pacífico.

Un silencio que crea espacio, que da libertad, que te hace contactar con lo íntimo de lo que eres. Un silencio insondable como un mar y un cielo que te inundan y te ayudan a estar ahí, atento.

El retiro de Otoño lo solemos celebrar en la Sierra de Aracena, llovía a veces, y nos encontrábamos rodeados de olivos y castaños en un viejo molino restaurado. Todo el verdor, toda la luz, todos los ruidos de la naturaleza alimentaban nuestro silencio interno, nos permitían comprender.

En mi caso, sin silencio no puedo sentir, me hace falta para nutrir mi corazón, para alimentar mi alma, por eso salí muy satisfecho del grupo y del trabajo, de lo que creamos y de lo que ahí nació.

He traído pequeños castañitos y laurelitos a Beas, he plantado algunos, veremos si hay suerte.

juan luis guerra--- ojala que llueva cafe 

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