"Sadhaka: el que realiza.
Shisya: alumno o alumna
Shisya: alumno o alumna
Shishyata: el alumno o alumna idóneo".
Hasta hace no demasiados años, en una
clase de yoga participaba únicamente el profesor y el alumno. A partir de los
sesenta se empezó a conocer el yoga, y diría que es en los últimos años cuando
se ha popularizado y han surgido las clases grupales. Es decir, ha habido una
eclosión en los últimos treinta años. Diría que no es mucho tiempo.
Durante siglos el conocimiento del yoga
ha sido una transmisión mayoritariamente oral entre alumno y profesor donde la
relación creada era y es algo especial. Con el trabajo en grupo la relación es
también particular pero el campo de cultivo es mayor y los modos de plantearlo
son diferentes, ni peores ni mejores.
El yoga es un modo de vida, y para
aprenderlo hay que ir progresando a paso de tortuga, es decir, no es algo
rápido de asimilar, o algo que se pueda dar enlatado en tres días. Exige muchas
cualidades que van brotando en el alumno y, según pasan las horas, los días,
las semanas, los meses, los años, es decir, el propio recorrido vital, el yoga
se va comprendiendo.
He comentado más de una vez -y en estos escritos se
puede ir viendo la evolución- que entiendo que el
yoga no es solo posturas y posturas. Implica muchísimos más temas. La postura
en su concepto, en su transmisión de símbolo interno, nos puede servir de
semilla base para una buena comprensión de los pasos del yoga. Pero aquí ya
hemos hablado de todo esto. Ya he hablado de que observo cada vez más como la
postura "se come" el trabajo interno, como si la meta postural fuera
lo único importante, y en todo ello hay mucha prisa e impaciencia y muchos
temas más.
El objeto de este artículo es comentar
la cantidad tan grande de alumnos y alumnas que realizan su trabajo interno
desde hace años con constancia, con entrega, con curiosidad, con perseverancia,
con humildad, con comprensión, y respetan el trabajo del profesor, que crece
gracias a los alumnos también, porque es un enriquecimiento mutuo, algo vivo,
abierto y en común.
Decir que esa entrega y entusiasmo por
parte del alumnado y practicantes en las diferentes clases -sea en grupo, en formación o individual- muestra cada día esas ganas, ese amor
hacia lo que se comparte. Y van naciendo flores que brotan, y de esas flores
nacen otras semillas y otras flores de colores...
Y tenía muchas ganas de decirlo y de
agradecerlo, pues todo ello me hace inmensamente feliz.
Rolling-Stones-"Sympathy for the devil"
Artículo escrito por Carlos Serratacó
Escuela de Yoga y Conciencia
Asociación Onubense de Yoga
Huelva
6 comentarios:
Namaste Carlos. Preciosas letras, llenas de sabiduría, de mucho amor, empatia y humildad. Gracias a ti también por enriquecer mi vida, abriendo un poco mas el abanico de posibilidades que se nos brinda día a día.
Me parece un escrito maravilloso,espero seguir compartiendo clases por mucho tiempo con tigo.y que no nos abandones.
muchos besossssssss, gracias
Me alegra ver q estas clases no son el tipico entretenimiento de media tarde donde pasar el rato y desconctar. Me esforzare al maximo en tus clases para sacar el maximo potencial de nuestra energia infinita. Os dejo en la luz y el amor del infinito Creador. Id pues, y regocijaos del poder y la paz del infinito Creador. Adonai.
Gracias Carlocho cuanto te debo x todo el bien que me haces .Namaste
El camino es recíproco, gracias a ti.
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