Tapas o el
modo de afinar la conciencia
Posted: 31 mar 2017
Ve a buscar mi abanico de cuerno de rinoceronte.
Lo siento, maestro, está roto, respondió el discípulo.
Entonces, tráeme al rinoceronte."
Mondo zen
En mi
trabajo personal unifico los yamas y niyamas, y los uso como base que nutre las
raíces de lo que voy siendo. Los yamas y niyamas como código ético interno,
pero también como despertares, como fuerzas que, antes veladas, aparecen y te
empujan hacia espacios nuevos, hacia visiones, hacia realidades sobre mí mismo
de las cuales no puedo escapar. Unos crecen y son más fuertes, otros aparecen y
desaparecen estando presentes, pero la propia práctica hace que en
comunión te den unos pilares firmes. Valores como el amor, la entrega, la
confianza, la verdad, la tolerancia, la dicha...
Tapas en su
raíz etimológica significa calor, limpiar. Se ha traducido también como
ascesis, abnegación, práctica con devoción, un esfuerzo particular.
Desde los
significados clásicos de Tapas hasta la propia significación que puede tener
para cada uno de acuerdo a su experiencia voy a tratar de plasmar cómo entiendo
Tapas.
Tapas es disciplina, la entiendo como una disciplina amorosa tolerante
que mantiene de un modo permanente nuestra atención diaria en los ajustes
necesarios para respetarnos y mantener una progresión adecuada en aquello que
nos proponemos. Disciplina como esfuerzo atento.
Entiendo que la labor del profesor es importante en el sentido de no volver
loco al alumno, sino respetar su estado de ser, su estado mental y, de acuerdo
a ello, señalarle dónde hay que ahondar.
En el modo
clásico, mantener una práctica mediante las asanas y el pranayama nos mantienen
con salud, nuestro cuerpo recoge el trabajo de generar calor y limpiar lo
impuro. Como digo habitualmente, las posturas nos movilizan en todos los
aspectos y si las ajustamos sin competir y sin metas los resultados son
visibles y muy satisfactorios. En mi caso, el trabajo respiratorio lo realizo
junto con las posturas en un viaje donde la respiración maneja el conjunto en
gestos de plena conciencia y entrega al momento. La respiración es la
inteligencia superior que me permite ajustarme, recorrerme, intensificarme,
abandonarme, reconocerme...
Despierta ya
la conciencia por nuestro trabajo habitual en yoga, nos vamos dando cuenta de
los patrones bajo los cuales funcionamos habitualmente, y la propia conciencia,
junto con los yamas y niyamas, nos ayudan a ir modificando modelos de un modo
paciente y equilibrado. Pueden ser patrones familiares, laborales,
alimenticios, emocionales, mentales, cualquier modelo que nos conforma. Podemos
elegir un patrón y con pequeños esfuerzos ir "limpiando" lo no
deseado. Va ser la propia mejora la que nos vaya señalando el camino.
Es muy
importante no competir ni tener meta, son exigencias que desgastan y, a mi
parecer, no tienen sentido, es decir, en realidad son una distracción más, un
engaño. Por eso, el desapego es esencial. Simplemente, uno es constante en su
práctica a diario, trabajando ya sea posturas, o patrones, o modos de vida
propios que uno ve que no le traen salud o le complican la vida, y los trabaja
como una hormiga, infatigable, con ánimo y fe, con abandono al resultado, y
haga frío, calor, ganas o desgana, uno practica.
Tapas nace
de la propia práctica en la esterilla con las posturas, pues es importante que
el cuerpo físico se mueva, y esa propia práctica genera una disciplina
importante, una voluntad inmensa. Como ya hemos explicado en el blog, todo se
va ampliando y ese trabajo disciplinado y amoroso se refleja en todos los
aspectos de nuestra vida, pero para ello es esencial la intención, la
dirección, el sentido de lo que hacemos y, entonces, aquello que en apariencia
empezó como algo físico, abarca lo emocional, lo mental, lo amoroso, lo
espiritual...
El no
exigirse en la disciplina nos muestra nuestro lado más amable, más flexible, de
respeto hacia nosotros. Nos enseña la tolerancia, la prudencia, la ecuanimidad.
Hay que ir encontrando la línea justa de la práctica y eso solo se hace
practicando. Insisto: cuando hablo de practicar, no hablo solo de posturas,
hablo de nuestra vida.
Personalmente,
creo que sin Tapas es muy difícil progresar en yoga. Nuestro propio modo de ser
nos hace caer una y otra vez en situaciones "cómodas" aunque sean
dañinas, es decir, no las vemos, y ello nos perjudica.
Tapas va
afinando de un modo firme, va limpiando lo impuro, eso significa que nos da
mayor claridad, y a mayor claridad, menos impureza. No es lo mismo el agua
turbia, que el agua clara. En una no hay fondo, en la otra ves la profundidad.
Tapas
fortalece la Voluntad. Considero muy importante ser consciente de la voluntad,
de la "fuerza interna" de cada uno, de nuestro potencial. El yoga nos
ayuda a desarrollar en un viaje interminable nuestro potencial humano, nuestra
divinidad, de un modo humilde y raso. En la vida hay muchas mareas, y es
importante aprender a nadar, y si no sabes, por lo menos flotar, pero incluso
para eso hay que tener voluntad.
En Tapas
podemos trabajar con Ahimsa y darnos amor en la disciplina.
En Tapas
podemos trabajar con Asteya, pues su práctica nos aporta vida, y no nos la
roba.
En Tapas
podemos trabajar con Satya, pues es la verdad con nosotros la que nos permite
ajustarnos y respetarnos.
En Tapas
podemos trabajar con Brahmacharya, pues el contener la fuerza egoica de la
disciplina nos enseña la ecuanimidad.
En Tapas
podemos trabajar Aparigraha, pues la práctica constante nos ayuda a no acumular
lo impuro, aquello que nos ciega.
En Tapas
podemos trabajar con Saucha, pues nos mantenemos limpios de cuerpo, mente y
espíritu.
En Tapas
podemos trabajar Santosha al sentir la dicha que nos genera la disciplina
amorosa y permanente, sus frutos dulces.
En Tapas
podemos trabajar Svdhayaya al estudiarnos a nosotros mismos, al convertirnos en
eje de investigación propia basada en la verdad de la experiencia.
En Tapas
podemos trabajar con Ishvara Pranidhana al practicar sin meta, al confiar, al
disfrutar del abandono atento.
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