"Que yo aprenda a
observarme a mí mismo con los ojos de la comprensión y del amor...
Que yo sea capaz de
reconocer y sentir en mí las simientes de la alegría y de la felicidad...
Que yo aprenda a
identificar y ver en mí el origen de la ira, el deseo y la ignorancia..."
Meditación
basada en Visuddhimagga por Thich Nhat Hanh
Uno de los aspectos más hermosos y
esclarecedores del yoga es la progresión, tanto interna como externa, hacia un
mundo menos materialista. Ya hemos hablado en artículos anteriores del proceso
de reconocimiento de lo que uno es. En ese andar van
cayendo los trozos inservibles, los pedazos adheridos y casposos de lo que uno
ya no es. Entonces uno es, y a la vez todo muta. El ser vive siendo.
Internamente no hay tanta densidad,
tanto peso material. El espíritu es más libre, ligero, frágil, fuerte. Uno se
da cuenta de lo que es importante en su vida y vibra o atrae aquello que le
hace vibrar. Aquello interno que vibra va en busca de la luz clara.
No busca complicaciones, no busca
jaleos, no busca excitaciones, no proyecta tanto.
En la calma que observa vive centrado en
una vida simple, pues el yoga te lleva a eso, a una vida simple donde no vibran
las cualidades tan materialistas como el afán en corto de satisfacer cualquier
deseo, de tapar cualquier agujero emocional, de vivir solo por la pasta o por
el trabajo.
Uno no piensa esto que digo. Lo que uno
es en este camino del yoga te lleva a simplificar todo, incluso lo mental, el
pensamiento, pues te das cuenta de que una de las características básicas que
te ofrece la vida para ser feliz es el no vivir tanto en mental.
Vives centrado en estar centrado, sin
esfuerzos, sin aspavientos, sin demostraciones.
Y todo ello rehúye, porque eso es lo que
vibra su ser, de todo este afán materialista.
Comedido de mente,
comedidos los
sentidos,
comedido el cuerpo...
se expande el siendo,
y bailas, ríes, vives,
andas, amas así, sin estar comedido.
El yoga te muestra las prioridades de
las puertas abiertas y, en esa lista, que es vital, no una lista deseosa,
exigente, material, aparecen los valores como la entrega, la comprensión de uno
mismo, la capacidad de perdonarte, la libertad individual, la responsabilidad
interior, el abandono, el amor... entre otros muchos; y en esa vida que
diariamente optimizas hacia ese eje, que eres tú, todo cabe, todo se
ama, todo se siente; y si uno vibra con lo que es, ello
imanta, atrae aspectos que suman, que te hacen crecer como ser humano, como
vida en esta tierra tan hermosa.
Soulsister-"The Way toy your Heart"
Artículo escrito por Carlos Serratacó
Escuela de Yoga y Conciencia
Huelva
Artículo escrito por Carlos Serratacó
Escuela de Yoga y Conciencia
Huelva
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