sábado, abril 07, 2012

El cazador de momentos o la ventana de la felicidad

decide tu camino

"Svastha: palabra sánscrita que significa salud. Etimológicamente la dividimos en "sva" que se traduce como "si mismo" y "stha" que significa "estar establecido". La salud como la persona establecida en si misma, en su equilibrio."

"Etimología: Origen de las palabras, razón de su existencia, de su significación y de su forma"

Cada momento es un acto único. Cada momento es una oportunidad. Cada momento nos permite ver, sentir, disfrutar de toda la existencia. Cada momento nos ofrece la libertad de elegir un camino. Cada momento nos educa en la decisión correcta. Cada momento nos ayuda a ser más equilibrados.

También cabe la posibilidad que esa libertad que nos ofrece la vida la condicionemos con elementos superfluos, con emociones dañinas, con actos sin sentido, y que de ese modo nuestra libertad se vea encarcelada en rutinas que nos encarcelan en repeticiones sin fin.

Imaginemos que por un lado somos conscientes de los momentos, de ese presente continuo. El yoga es una extraordinaria herramienta para darnos cuenta de ello. Supongamos que en cada momento hay un resquicio de felicidad, un atisbo, una oportunidad de observar con cuidado el momento, y que a ello lo denominamos "una pequeña ventana de la felicidad". Es una ventana que si queremos podemos asomarnos.

Al asomarnos a ese nuevo horizonte de la existencia, a esa ventana, nacen campos nuevos donde cultivar, donde arar, donde regar, donde disfrutar de lo que la vida nos trae conjugándolo con ir educando internamente el disfrute, y así permitimos que nazcan flores de felicidad y de buenos momentos.

Todo esto significa que cada momento de nuestras vidas es virgen, y con la atención adecuada, con la intención bien dirigida, con la mente dispuesta, con los sentidos abiertos y con el corazón en la mano, es posible abrir ventanucos de felicidad; donde asomados, es posible entrar, y bañarte, y empaparte plenamente del momento, disfrutándolo, dando así una cualidad nueva al acto de vivir.

Es un juego de atención y voluntad inteligente. El momento está ahí, y a pesar de cualquier sombra que nuble nuestra mente, a pesar que las emociones a veces se atragantan, siempre hay disponible un rayo de sol, de luz. Un resquicio de felicidad que ilumina la sombra y permite que germine todo aquello que deseamos.

Así, uno va cazando momentos donde las piezas son irrepetibles, únicas y hermosas, y ellas quedan grabadas en tu corazón. ¿En qué bosque buscarás a tus piezas?


Queen-"I want to break free"

domingo, abril 01, 2012

Mi lista maldita de libros


"Andando por las calles entré en un bar lleno de estanterías con libros; sentado, disfruté del silencio de su compañía, de la lectura y del acto de escribir"
                                                                              Carlos paseando por Madrid

Si hay algo que me ha acompañado desde niño son los libros. Cuando era  niño, si pedía algo por mi cumpleaños eran libros, o dinero para ir a la Casa del Libro en Madrid, y gastarme hasta el último centavo en algún libro de Julio Verne o de Emilio Salgari. Todo eran aventuras maravillosas. Y yo podía ser cualquiera de los personajes que poblaban mis sueños.

Según crecía, era un adolescente, aquellos  libros  que caían en mis manos los leía como un caníbal voraz;  horas y horas tumbado, mañanas, tardes y muchas noches sin dormir.

Una vez acabada la bilblioteca de mi madre, pase a la de mi tía, una vez agotada la de mi tía, convertí  la bilblioteca Publica Central,en la calle Felipe el Hermoso de Madrid, conocida como la biblioteca del metro Iglesia,  en un lugar entrañable. Perdido entre sus estanterías buscaba pequeñas joyas para disfrutar. Autores desconocidos, títulos que me llamaran la atención. Ahí por ejemplo descubrí mi primer libro de yoga, que todavía guardo fotocopiado.

Era un placer recorrer sus estanterías y encontrar algún libro maravilloso  para leer. Entre sus filas ordenadas, torcer la cabeza y mirar los títulos, el autor, la textura de la tapa, el color. Elegir y acertar, algo te había llevado a aquel libro, y volviendo a casa, llevarlos cariñosamente bajo el brazo, o leyéndolo mientras andaba, impaciente, ansioso de disfrutarlo.

Cada uno tiene sus obsesiones, una de las mías, posiblemente  la más poderosas, sea mi amor por lo libros.

He viajado mucho durante mi vida, mudandome de un lado a otro, y mi biblioteca siempre me ha acompañado. Sin ellos me falta el aire. Su colocación en mis diferentes hogares ha sido en una habitación central, importante en la casa, estanterías y estanterías, donde en su aparente desorden, sé donde encontrar el libro que busco.

Soy un buscador de libros, experto en librerías de segunda mano, en librerías virtuales, en puestos callejeros con libros en el suelo, en librerías de calle, lo que sea.

Hace dos años deje de buscar tan compulsivamente. Ahora sólo leo de la torre de babel que es la biblioteca. El yoga me fue dando pausa, me fue dando cierto equilibrio en la compulsión de una vida.

Todo esto no suena yoguico, el tener una dependencia, el tener una neurosis  severa, el que para respirar me haga falta leer. Bien, no me importa, como yogui estoy lleno de errores y no pretendo elevarme iluminado, ni despertar ningún chakra, ni alcanzar ninguna posturita. Sólo vivir en paz junto a un libro.

Curioso, pero es así, desnudo del todo pero con un libro. Los libros me han abierto el corazón, han convertido mi existencia en algo maravilloso. Sólo quiero compartirlo.

Voy a ir comentando algún libro que me ha dejado huella, y pondré alguna sensación con respecto a él. Primero pondré una lista de libros, sin orden, no es del que más me ha gustado al que menos, que va, simplemente es una lista.

Ahora mismo cada vez se lee menos, parece que es algo cansado, aburrido e implica estar un rato con uno mismo apaciblemente. Por eso cada vez tiene menos seguidores. A lo mejor estas pequeñas lineas animan a leer alguno de los libros de mi pequeña lista maldita:

Pequeña lista maldita de libros. (maldita porque su veneno me liberó y me dio muchas vidas) ( la iré ampliando y comentando)


  • "Moby Dick" de Herman Melville
  • "El tiempo de la amistad" de Paul Bowles
  • "Rayuela" de Julio Cortazar
  • "La rebelión de la Granja" de George Orwell
  • "Garabombo el Invisible" de Manuel Scorza
  • "Los siete pilares de la sabiduría" de T.E. Lawrence
  • "El ruido y la furia" de William Faulkner
  • "La isla del tesoro"  deRobert Louis Stevenson
  • "La llamada de lo salvaje" de Jack London

"September"- Earth,Wind &Fire
http://www.youtube.com/watch?v=2S8ZrQG0y6g

domingo, marzo 18, 2012

Un jazmín amarillo y el canto de los jilgueros


"Con una guitarra sin cuerdas se toca la música de la primavera; y sus notas se expanden a través de las edades" 
                    Trân Thai Tông

A finales de invierno florece el jazmín amarillo. Según avanzan las semanas las florecillas pasan por varias tonalidades, y ahora con el inicio de la primavera sus flores alegran  como un sol que ilumina la entrada de casa.

Los árboles frutales que planté hace unos meses están echando flores blancas y moradas, son preciosas y delicadas. En aquellos arbolillos que todavía no han echado las flores voy asomándome permanentemente para ver los capullos que salen de las ramas de donde nacerán las flores o pequeñas hojitas. Me hace mucha ilusión.

Todos los años es una  sorpresa observar como los arboles, pelados de hojas y flores en invierno se pueblan de colores y verdores. Me alucina.

Las moreras ya han sacado sus pequeñas hojas minúsculas.  Planté seis en diferentes lugares del campo, en grupos de tres. En una zona donde da más el sol ya han brotado las hojitas, en la zona sombría yo creo que nacerán a lo largo de la semana.

Estoy expectante de los aguacates, que una helada de invierno oscureció, pero que ahora parece que el sol les está alegrando y van recuperando su color. Son dos arbolillos pequeños, que van saliendo adelante en una tierra dura en una climatología que no es la suya.

Y las encinitas, crecen, lentas pero van.

Es tiempo de recoger la cuadra, de ir poco a poco preparando el estiércol que ha ido dejando Coquelico en invierno. Con la carretilla voy haciendo viajes entre los arboles. La paja más suave la dejo alrededor del árbol que es la paja que va desechando la burra. El estiércol más fuerte lo llevo a la estercolero para que se vaya haciendo lentamente.

Sigo trabajando a Coquelico, es decir sigo con su doma, ya escribiré sobre ello, ahora consiste en que cargue peso, y la hago llevar en pequeños viajes leña que cortaron los leñadores a la leñera.

Todo el campo es un piar y piar de pájaros, están alborotados, felices de la llegada de la primavera, felices de su libertad. Les dejo pan y hay muchísimos por casa. Muchas veces me siento al sol, y les oigo, sólo les oigo, con los ojos cerrados. Simplemente feliz sintiendo el aire, el sol, y a las aves.

Ahora estoy preparando el riego por goteo, es una aventura nueva. Y todo ha sido un continuo preguntar y aprender. Todavía me queda mucho para acabar.

Hay muchos jilgueros, los distingo por el canto. Me maravilla el canto del jilguero.

En Huelva capital cuando ando por las calles, mis oídos como un radar van buscando su canto, y es increíble, los hay por todos lados, me llena el corazón oírlos.

Creo que es importante tener el alma abierta a las sorpresas de la existencia, no perder la curiosidad de la niñez, todo es un hermoso descubrir, un juego el del vivir.

Sade- "Kiss of Life"





sábado, marzo 17, 2012

Pan de pueblo, pan precocido


"Pan de ayer y vino de antaño mantienen al hombre sano"
                                                         Refranero español

Cada lunes cuando voy al campo por la mañana, me detengo en una panadería. Se encuentra ubicada en una nave en el camino que lleva a casa del campo,y reparten pan a muchas panaderías de los pueblos de la zona e incluso a Huelva capital.

 El panadero suele trabajar por la noche, toda la noche, mientras todos dormimos, luego sobre las cinco de la mañana entra otro turno, que es quien hace el reparto o atiende en el mostrador.

  Hay panes de todo tipo, son maravillosos: carrillos , bollas, bollitos, chapatas, bolitas, serranitos, pepitos, baguetinas, integrales, barras anchas, vienas grandes y chicas, pan de pueblo (hogaza) grande y mediana, barras de cocodrilo, pescaditos, roscos con aceite.  A mi me gusta muchisimo la hogaza grande de pueblo, con esa miga tan rica. Es un pan delicioso, todos los panes se realizan como se ha hecho el pan toda la vida: harina, levadura, sal y agua.

Desde hace un tiempo el panadero se encuentra profundamente preocupado. El pan precocido arrasa. Ya sabemos, el pan de tres por uno, que no es un pan fresco, es un "hazlo tu mismo", y a cualquier local le proporcionan un pequeño horno donde mete el pan precocido que traen en camiones de congelado, y cualquier local se convierte en panadería. Es un modo de atraer clientela, también un modo rápido y ecónomico de producir y consumir.

En Huelva capital, en el barrio donde vivo había dos hornos de pan, ya han cerrado uno. En el otro cada vez producen menos pan, y ya van al precocido. Cuando voy a comprar el pan siempre digo lo mismo:

-Por favor dame pan-pan.-en la vitrina todos son panes relucientes y no sabría distinguir entre uno y otro a primera vista-.

- Tienes el bollito que es lo que hemos hecho hoy y la viena-

 La mujer me lo dice con pena señalandolos, a ella le alucina que pida pan-pan, ya no se pide. En la vitrina el pan-pan se encuentra arrinconado y siempre en los rincones hay algún pan de los que busco, el pan precocido domina visualmente. Es más barato.

-Dame dos vienas de pan-pan.

La panadera me dice que le pasa lo mismo con los dulces, que ella cuando hace dulces usa ingredientes de verdad, no busca un ahorro de costes, pero que los dulces prefabricados a mogollón arrasan, lo mismo que el pan precocido y no sabe que hacer.

Lo que esta claro es que estos nuevos panes rápidos no son nada parecido al pan de siempre. Pero la prisa, la maldita prisa hace que ese tres por uno convierta en panadero a cualquiera, que te pone una baguette caliente y te lo comes pero ni sabes lo que comes.

Cada uno puede comer lo que desee, eso está claro. Pero el pan, algo tan sagrado y ancestral como el pan, también esta sucumbiendo al mercado, al consumo inconsciente.

A mi me asombra mucho eso de comer de microondas y de platos precocinados. He comentado alguna vez que me gusta elegir lo que como, recorrer pequeñas tiendas o localizar personas que tengan huerto, en lo posible; y si voy a un supermercado soy muy selectivo, de modo que elijo claramente y con espacio, tiempo y cariño lo que como, y luego en casa lo preparo apaciblemente, o yo o mi pareja, a modo tranquilo, es decir si es ensalada, todo cortado con cariño, así como todo aquello que comemos. Nos gustan mucho los potajes, los pucheros, es decir comidas realizadas con lentitud y tranquilidad.

Me sorprende tanto que vendan ya los bocadillos precongelados, la pizza precongelada, el pollo asado, la ensaladilla, el gazpacho, el zumo de naranja, lo que sea. Y que tengamos inoculada la idea que no tenemos tiempo y que es necesaria toda esta cadena de consumo para tener tiempo.

¿Tiempo para qué?

Prisa para trabajar, prisa para hipotecarnos, prisa para hablar, para pensar, para amar, prisa al andar, prisa al ir o al volver, tanta prisa que no te oigo, prisa para comer, para ducharnos, prisa, prisa, prisa.

Hubo un tiempo que había ríos, ahora es difícil encontrar alguno no contaminado, pero todavía resisten y fluyen sin prisa. Me gusta oír su fluir.

Joe Cocker-Feelin´ Alright

miércoles, marzo 14, 2012

Un pequeño altar y el rito de la presencia


"Sacralizar": Atribuir carácter sagrado a lo que no lo tenía.
                                                                              Real Academia Española de la Lengua

Me gusta crear pequeños altares allí donde vivo, o allá donde voy.

De lo contacto con lo íntimo en la práctica de yoga, surge una relación de permanente sorpresa y disfrute con la vida, de un amor profundo hacia la existencia.

Los pequeños altares me dan paz, alegría y me recuerdan el trabajo de "estar presente", de conexión con aquello que me alimenta, que me nutre, que me da alegría y paz.

En este "altarsito", hay un buda: es una figura que para mi simboliza y me transmite una permanente paz y profunda sabiduría, y me gusta meditar teniéndolo cerca.

Hay unas flores que he recogido del campo, es la sonrisa de colores de la naturaleza a mi lado.

Están mis compañeros los burritos, que tanta compañía me hacen con su empatia, simbolizan a mis hermanos los animales.

La figura de bronce es Krisna tocando la flauta, que para mi simboliza la dulzura que he de poner en mi trabajo interno para ir domando a la vaquita: mis automatismos, mis miedos, mis felicidades, etc; todo aquello que he de ir aprendiendo a llevar ligero para andar por la vida disfrutando de ella.

A veces tengo una campana al lado del pequeño "altarsito". Pues de vez en cuando me detengo, acaricio las flores y toco la campana, y al tocarla ello me da presencia.  Me trae a lo que soy. Presencia es hacerse presente en ese instante, e internamente repito alguna frase del algún trabajo interno que este haciendo ese mes o esa semana, por ejemplo " es hermoso profundizar en ser amoroso y en ser feliz".

Otras veces le enciendo un incienso, y el olor suave se esparce por la casa, y es como esparcir la paz a mi hogar.

 Me gusta crear las condiciones internas, y externas que me recuerden que delante mio hay una vida bellisima, sólo he de recordarlo, y no caer en las nubes de la inconsciencia.

Sacralizar la vida es estar presente a ella, es intimar y fluir con la existencia, es respirar a la gracia de estar vivo.

Niña Pastori-"Cuando nadie me ve"


domingo, marzo 04, 2012

Por las nubes pero en positivo


 "Por lo tanto, sopesa la esperanza y el temor, y siempre que la decisión sea del todo dudosa, decídete en tu favor: confía en lo que más te agrade. Aún cuando el miedo consiguiere más votos, inclínate no menos del lado contrario, deja de angustiarte y recuerda constantemente esta idea: que la mayor parte de los humanos se exasperan e inquietan, por más que no sufran mal alguno ni con seguridad lo vayan a sufrir."
                      Libro II, Epíst.13; "Epístolas morales a Lucilio" de Séneca

Hemos hablado mucho de como el yoga te lleva una y otra vez al presente. Es importante vivir el presente, por ejemplo, para no perderte lo que tienes delante. Seguiré repitiéndolo, me parece importante.

Hablaba el otro día con una amiga, su vecina le había dicho esa mañana que había un poco de humedad en una pared de su casa que daba a la cocina de mi amiga. Mi amiga me comentaba el tema y me decía:

-Voy a tener que llamar al fontanero, seguro que me va cobrar un montón, y si tiene que abrir la pared para descubrir la fuga de agua me va llenar la cocina de polvo, y las tuberías son tan viejas que tendré que cambiar toda la instalación, y voy a tener que estar toda la tarde atenta a lo que haga porque seguro que lo hace mal, y espero que pueda quitar los azulejos de la cocina adecuadamente, son muy valiosos, posiblemente se le rompa uno, y ¿entonces que haré? ¿cómo podré conseguir otro azulejo?, ¿y si la fuga es muy grande? ¿qué voy hacer?, y la vecina no va parar de llamarme hasta que arregle la pared, y el seguro, tengo que llamar al seguro, y son unos bribones, al final tendré que poner todo de mi bolsillo, estoy convencida. -Todo ello me lo decía angustiada, infeliz, con cara de tener un problema inmenso-.

-María me parecen demasiados problemas por una humedad, porque no esperas a ver que ocurre, seguro que todo va ir bien, -le dije-.

Vivimos muchas veces proyectando, y nuestro presente queda plenamente absorbido por situaciones, pequeños dramas, problemas inventados, diálogos inexistentes, plenas ficciones que simplemente no existen, y todo ello nos amordaza, nos paraliza, toda esa proyección elimina el instante, lo espontaneo, y no nos deja ni espacio para adaptarnos, para vivir ese presente continuo de lo que va ocurriendo.

Es importante prestar atención al presente, eso significa prestar atención a lo que vives en cada momento. No es fácil, pero como todo, sólo hay que practicarlo. Para practicarlo un buen modo es simplemente respirar y volver al aquí y al ahora. O educar nuestra atención de otro modo.

Creo que también tenemos capacidad de poblar nuestra atención de flores hermosas, de pensamientos positivos, y no dejarnos arrastrar una y otra vez a situaciones que simplemente no existen, o que simplemente dejamos que  nuestra interpretación de la realidad nos arrastre una y otra vez hacia nubes que nos nublan.

Nubes, siempre las hay, pero podemos elegir sobre cual queremos poblar, a cuales queremos mirar, por cuales nos queremos dejar envolver. Y luego cabe respirar, usar la respiración como ancla del presente, educar la atención para vivir menos proyectado y más en real. Y si nos proyectamos, ¿porqué no hacerlo más en positivo?

Posiblemente la humedad en la pared sea una magnífica oportunidad para disfrutar de muchas situaciones, sólo cabe practicarlo con una sonrisa en el corazón.

"Kothbiro"-Ayub Ogada
Artículo escrito por Carlos Serratacó
Escuela de Yoga y Conciencia
Asociación Onubense de Yoga
HuelvaMrzo 2012

domingo, febrero 12, 2012

Unas hojas de lechuga, un anciano sereno

                                                           


"La solidaridad significa mancomunarse.
La solidaridad es cosa alegre.
La solidaridad trae ventura.
Solidaridad significa ayuda mutua."
Pi / La Solidaridad (El mantenerse unido)
del I Ching "El Libro de las mutaciones"


Los tiempos cambian, la vida cambia, todo muta.

Cada vez hay más familias que no disponen de ingresos.No pueden pagar un alquiler, una comida, unas medicinas. No hace falta ver las noticias ni leer un periódico. No hace falta leer un titular y olvidarse luego de ello.

Cerca de nosotros, un amigo, un vecino, un familiar. O simplemente con observar más atentamente la situación en las calles. Nada más.

Hay muchos casos, muchas situaciones.

La situación, insisto, es complicada, pero también hay mucha alegría, mucha felicidad, y también hay que llevar la atención a ello, o colaborar para crear dichas situaciones, emociones o sentires que traigan alegría. Hay pocas cosas más hermosas que compartir nuestra sonrisa con el otro, con otro ser, es un regalo.

Cuando ando por las calles, cada vez veo más personas buscando entre los cubos de basura. Ancianos, jóvenes, personas de todas las edades. 

Lo que eramos una sociedad hedonista, ya lo sabíamos. También que somos personas con esperanzas, y se me rompe el corazón ver a un anciano recoger cuidadosamente a mediodía en plena calle unas hojas de lechuga de la basura, de los restos de un comercio cercano para poder comer. Impávido el anciano, sin miedo al que dirán, bien vestido, sereno, ajeno al permanente transito de personas. Pero no había efecto espejo, efecto de empatía, nadie le miraba, se le ignoraba, era como un elemento más del paisaje urbano. Me parece que somos mucho más que eso, y no podemos permitirnos quedarnos como estatuas ante estas situaciones. En anciano me miró y nos sonreímos, nos comprendimos, nos compartimos. Hablamos. No voy a contar su historia.

Y a pesar que la situación sea tan complicada, no hay que tener miedo y no hay que perder la esperanza. Hay que mantenerse sereno. Se tiene miedo a convertirte en parte del paisaje, en un recolector de lechugas y por ello uno es insensible.

Es importante no perder la solidaridad, el llevar la atención hacia el otro, en ser consciente de la importancia de apoyarnos unos a otros. Es importante nutrirse de los otros.Todo se encuentra relacionado. Acostumbrados a discriminar, a dividir todo en compartimentos, a aislarnos en nuestra isla material y emocional. Creo que hay que darse cuenta que el otro soy yo, que el otro eres tú, por hay que estar con el amigo, con el vecino, con el familiar, con el desconocido en la que su situación ha mutado a una situación adversa o simplemente diferente a la tuya.

Un árbol vive gracias a sus vecinos del bosque, gracias a los pájaros, a la lluvia del cielo, a la tierra, al sol, a las nubes, al abono, a tantas y tantas ayudas. Todos se ayudan, todos se encuentran relacionados para convivir.

No hay que andar ciegos por las calles, no hay regodearse en si uno es afortunado y otro no. Sin el otro no somos nada y cualquier pequeño acto, palabra, mirada o sentir que nos haga participes de la situación, del corazón del otro, nos hace darnos cuenta que no hay que perderse en la ceguera de la omisión.

A lo mejor estos tiempos nos hacen reflexionar en que es mucho más importante compartir que acumular, abrazar que rehuir, dar que guardar, hablar que callar, amar que despreciar, sonreír que estar aprisionados o enojados.

Artículo escrito por Carlos Serratacó
Escuela de Yoga y Conciencia
Asociación Onubense de Yoga
Huelva, Febrero 2012






domingo, febrero 05, 2012

La postura y el espacio para meditar



"Avanzar en la práctica es una cuestión de cotidianidad...un compromiso total con el sentarse inmóvil"
                                                                                         Dogen

Es importante disponer de un lugar en tu hogar donde puedas meditar con cierta frecuencia de un modo tranquilo. Según vayas meditando el lugar va adquiriendo tu presencia, es como si la habitación absorbiera tu pregnancia, tu paz, tu sentir, tu nueva estructura que surge de meditar.

Puedes colocar una figura que simbolice la serenidad o alguna otra  cualidad que te motive. En mi caso tengo un buda. Es bonito tener cuidadosamente despejado tu espacio de meditación. Yo tengo el buda, al que de vez en cuando ofrezco una flor introducida en un pequeño bote de mermelada vacío. Una flor recogida en algún paseo.


La ropa que lleves no ha de ser apretada. Yo suelo abrigarme y me coloco una mantita sobre las rodillas

Sobre el suelo pongo una manta o una esterilla,  y encima un zafu de meditación. Un zafu de meditación es un cojín relleno de miraguano, espelta, arroz, algodón... que se usa para meditar, en realidad puedes usar lo que desees, cualquier cojín. Lo que sí veo importante es sentarse en el cojín pues la postura de meditar se puede mantener así de un modo mucho más cómoda, y el cuerpo,  y sobre todo la espalda se encuentra más libre y menos aprisionada.


Una vez sentado en el zafu, cruza las piernas, bascula el culo de un lado a otro para abrir las nalgas hasta sentir que encajas, es decir que sientes la base de la columna asentada. Sentirás tu pelvis más liberada y te darás cuenta que las rodillas que tocan el suelo, que junto con el coxis forman un triangulo que te da estabilidad.

No es importante la postura de loto ni nada parecido, sólo es importante la decisión de sentarte a meditar, usa una postura con las piernas en la que te encuentres bien.

La espalda ha de estar erguida, esto significa que tu abdomen ha de estar largo. Cuando doblamos la espalda el abdomen se desarma. Por tanto abdomen largo y barbilla en su lugar. Estira la nuca sin tensión y deja caer los hombros. Da peso también a la parte baja de la espalda. Es decir has de estar derecho, sin inclinarte hacia derecha o izquierda, o hacia adelante o atrás.

Si no has meditado nunca realiza pequeñas meditaciones para ir acostumbrándote a la postura. Una vez encuentres la postura todo es más fácil. Si el cuerpo tiene sosiego la mente también.

Cualquier momento es bueno para meditar, cualquiera.

De la meditación surgen tantos aspectos positivos que sólo cabe que los experimentéis.

Artículo escrito por Carlos Serratacó
Escuela de Yoga y Conciencia
Asociación Onubense de Yoga
Huelva, Febrero 2012



miércoles, febrero 01, 2012

Sentado ante la inmensidad






"Todo lo que toco se vuelve nuevo"
Truc Lam Dai Si, maestro zen del Bosque de Bambú


Y dije: "Vamos por este caminillo",
y andamos, y andamos por el caminillo de cabras,
y frente al mar, allá en lo alto, alguien había hecho un pequeño banquito de madera a modo artesanal. Un banquito para sentarse, y observar la belleza, la paz, la inmensidad. Un banquito para estar sentado, para respirar, para sentir. Para disfrutar de la quietud. Nos sentamos.


Y ahí sentado me puse a dibujar a lápiz lo que veía. Me encontraba muy feliz. Sentado, sintiéndome mar, roca, aire y sol. Respirando en mi integridad, en mi totalidad.  Sintiendo en cada instante la vida. Sintiendo que soy parte de todo y que todo está en mí.


martes, enero 24, 2012

Pasos en la meditación


"A mediodía lo único que se oía era el zumbido sinfónico de un millón de insectos, mis amigos...yo salía y me sentaba en la hierba y meditaba cara al oeste...Por la noche, mientras estaba dentro del saco, el venado subía desde los bosques...machos con grandes cuernos, hembras y cervatillos preciosos que parecían mamíferos de otro mundo"
Jack Kerouac "Los vagabundos del Dharma"


Decíamos entonces que la meditación nos trae múltiples beneficios: nos limpia y relaja nuestra mente, nos permite reflexionar; a darnos cuenta de cómo vivimos. Porque no nos damos cuenta pero muchas veces  lo hacemos sólo bajo estímulos superficiales; es un buen modo que nos permite vernos como somos. Y profundizando con la práctica nos descubre nuestro corazón.

He elaborado una breve y pequeña lista abierta con la idea de señalar pasos que nos pueden ayudar en la meditación. 

1.- Darme cuenta del cuerpo
2.- Observar tensiones
3.- Observa  y apacigua la respiración
4.- Céntrate
5.- Tener decisión y voluntad
6.- Ser perseverante
7.- Disminuir ruido mental
8.- Sentir la calma
9.- Sentir claridad
10.- Sentir conciencia
11.- Sentir presencia

Explico muy  brevemente, independientemente que cada tema lo podamos ir ampliando, incluso la propia lista.

1.- Darme cuenta del cuerpo.- Mi atención la fijo en el cuerpo, en la postura, tomo conciencia de que estoy sentado meditando, cuerpo como ancla, como postura semilla que es una permanente referencia.
2.- Observar tensiones.- Si noto tensiones en la postura, las respiro y acepto, el cuerpo y la mente están acostumbrados a sus comodidades y rutinas, y que estemos sentados sin hacer nada les molesta.
3.- Observa  y apacigua la respiración.- La respiración como eje, la observo y me uno a ella, observo como se serena.
4.- Céntrate.- Une respiración y cuerpo, tu atención centrada, si te distraes no pasa nada, simplemente vuélvete a centrar, a darte cuenta. La mente se va permanentemente; vuelve y siente tu respiración y tu cuerpo.
5.- Tener decisión y voluntad.- Ser decidido, pero no perderte en esfuerzos, decidido en permanecer sentado, atento, a tu respiración, a tu cuerpo, a tu centro.
6.- Ser perseverante.- No vale la pena ponerte excusas, la mente siempre tiene excusas. Mantén tu rutina de meditar. Puedes buscar pequeños momentos a lo largo del día. Tú, tu respiración, tu cuerpo, tu postura, tu voluntad, tu perseverancia.
7.- Disminuir ruido mental.- Ve dándote cuenta como hay menos ruido mental, eres más consciente, te das más cuenta, del silencio, no hay tanta superficialidad, tanta reiteración de lo caduco. Breves espacios sin tanto ruido cuando meditas. En tu vida diaria no hay tanto ruido interno, tanta proyección externa.
8.- Sentir la calma.- Sientes la calma, la paz que da el hecho de estar sentado meditando, lo sientes como una flor que te ha nacido desde el fondo de tu corazón. La disfrutas, la hueles, la cuidas, la riegas, la compartes.
9.- Sentir claridad.- Lo que antes eran problemas, ahora simplemente es claridad. Lo borroso da paso a lo íntimo. Sientes tus potencialidades y tienes facilidad para expresarlas. No te encuentras denso con tanta frecuencia. Hay una mayor ligereza, menos carga.
10.- Sentir conciencia.- Vas dándote cuenta de lo que eres, de como eres, de la relación de lo que eres con lo que te rodea, de la íntima relación de todo ello, te muestras agradecido y feliz. Hay mayor espacio interno, hay menos reactividad.
11.- Sentir presencia.- Te resulta más fácil vivir tu presente, no vives tan proyectado en el pasado, en el futuro. Eres dichoso con lo que la vida te atrae, has aprendido a aceptarte y a aceptar. Eres más libre de tus condicionamientos, de la exigencias sociales, de las propias cárceles que te has creado. Simplemente tienes otros recursos para convivir con tu existencia. Resulta hermoso sentir la sonrisa en tu pecho.

Manu Chao "Minha Galera"


miércoles, enero 18, 2012

Batiendo las alas surge un corazón: Anahata



Toda una vida sin Amor no cuenta
el Amor es el Agua de Vida
¡bébela con el alma y el corazón!
                                    
                                         Rumi

Curso de formación que he impartido el fin de semana. Domingo tarde de descanso en casa, tras andar por la playa. Una playa interminable, con un mar lluvioso, y con las gaviotas que levantaban el vuelo perdiéndose en la lejanía. El mar es mágico y me recoloca.

Tranquilo, en calma, apacible, con sensaciones muy  positivas. Ha sido una semana completita. He practicado lo que he podido la plena presencia, y ha llegado el domingo; han sido muchas clases. La práctica de la atención me ha ayudado a estar en cada momento donde tenía que estar, he proyectado lo menos posible, y con ello me he agotado menos.

El fin de semana, en el curso, hablamos sobre todo del corazón; del eje, del motor de nuestro sentir. Un corazón que tiene como compañeros unos buenos pulmones. Unos omoplatos por detrás, de donde salen nuestros brazos que finalizan en nuestras manos, unas manos que dan dirección a nuestro corazón, y tacto a nuestro amor.

Nos haciamos muchas preguntas, por ejemplo ¿porqué ponemos tantas trabas para amar? o ¿ Qué impide a nuestro  corazón en muchas ocasiones no encuentre las condiciones para amar?¿Cómo potenciar para que crezca ese corazón?¿Orgullo, miedo, convenciones sociales, rutinas, dolor, miedos, resentimientos, capacidad de perdonar...? ¿ Son diques en el fluir?

El yoga no te da la solución pero  te hace ver muchos de los diques que pones para no fluir con tu corazón en tu vida diaria, pues como hablamos alguna vez, nos cuesta ser conscientes; y te enseña como remover el agua turbia, o por lo menos te da cierta claridad para vivirlo. Hablábamos en otro artículo del acto vivo, del acto en vivo, de la plena entrega al momento. Y creo que el amor nos pide una entrega no egoísta, un abrir de brazos, obviando cualquier rencilla, cualquier dique, cualquier exigencia.

Supongamos entonces que la práctica te crea unas condiciones para despertar un amor que sientes dentro de ti (lo que comento no es un telenovela, es la explicación de un sentir),  y una vez sientes ese amor dentro, sientes algo muy grande y muy hermoso, y sientes que "eso" te hace bien y luego, te sientes feliz por ello y simplemente lo esparces como el aire de tus pulmones esparce tu hálito vital, en la dirección que deseas. Todo esto es una metáfora real.

A mi me hace mucha gracia, por ejemplo, como la práctica de yoga te ablanda el pecho, es curioso pero es así. Por ejemplo los chicos llegamos al yoga con el pecho duro, tenemos tantas corazas, somos tan machos. Con el tiempo de la práctica ese pecho se ablanda, se expande desde dentro, se fortalece dentro de un tórax amplio que da la práctica con la respiración, con el sentimiento, en tu esterilla. No es un pecho estrecho y duro sino  un lugar donde hay espacio, y donde el aire corre libremente, y donde el corazón se siente más liberado, menos comprimido, se siente con el horizonte como bandera, es amplio de miras y flexible en su sentir. Y así va surgiendo una llama, una llama que al respirar invade cada célula, y todo ello te reconforta, potencia tu sistema inmunológico, te cambia la mirada y te da otra actitud interna ante esta vida tan maravillosa.

El amor de Anahata, pues en el pecho hay un chakra llamado así, el chakra del corazón, es un amor que nace de dentro, no es un amor que surge del mimetismo. Es un amor que sientes por ti mismo en el sentido de quererte y respetarte, de cuidarte; un amor que sientes hacia el otro porque el otro eres tú, y tiene un corazón como el tuyo; un amor que sientes hacia la vida, porque en tu pecho late la vida.  Y todo eso te alimenta, eso es tu alimento. El aire lo respiramos todos, el amor también.

Y si sientes amor, si sientes de ese modo  la vida, porqué no esparcirlo batiendo las alas como un ave que surca el firmamento.

Pablo Milanes Yolanda 
http://www.youtube.com/watch?v=sct0-7rs2zY&feature=related



lunes, enero 09, 2012

La decisión de Meditar



"Una persona claramente iluminada cae en un pozo ¿Cómo es eso?
                                                                            Koan zan tradicional

Un día decides que vas a meditar, y empiezas a meditar.

Un día te das cuenta que eres un ser decidido, y te sientas para meditar.

Un día descubres que el tiempo de meditación no es tiempo, es decisión.

Sentado, impecable e inmóvil, siendo tú mismo.

Observando como vienen las olas de pensamientos.

Asomándote al silencio, balanceándote en lo que eres.

Eres un ser disperso, eres una persona atenta. Mantén tu centro y práctica el permanecer.

Sólo surge la claridad y la paz.

La mente no es sólo hacedora, también puede aprender a estar sentada pacíficamente, junto a su cuerpo, ligada a la respiración.

Y uno morar con ello.


Alienar: 1. Enanejar.  2.Producir alienación (Proceso de la transformación de la conciencia)"
                                                                                                   Real Academia Española

Meditar nos hace más personas, nos hace más humanos, nos trae la paz. Surgen de lo interno unos principios básicos que son inherentes a nuestro silencio interno. Son unos principios buenos, positivos, enriquecedores.

 Luego sólo cabe plasmar esa paz, ese sentir que surge de estar sentado en tu vida diaria.

No hay prisa, no hay meta, no hay permanentes objetivos.

Continuamente nos alienamos, y el momento vuela. Por ejemplo, me invade un pensamiento reiterativo que me evade de lo que vivo en ese instante, y no sólo eso, también condiciona mi actuar.

Por ejemplo el repetirme, "Soy tonto", una y otra vez, eso dañaría mi autoestima, y se convertiría en un buen surco emocional que me produciría sufrimiento, y quitaría claridad a mi mente y a mi actuar.

La práctica de meditación sólo me ayuda a ser más consciente, me da el plus de "darme cuenta", y me ayuda a no estar arrastrado bajo cualquier pensamiento que surja. Me centra, me ubica. No hay tanto pensamiento y actuar confusos. Hay un mayor corazón en la vida diaria.

Y una mayor libertad. Eres un ser  más libre.

Y decíamos una vez que el yoga, o la propia meditación nos llevan de la cabeza al corazón.

Es bonito vivir con el corazón en la mano.

Prueba a sentarte, tú sólo, no tengas miedo, y respira.

DUSMINGUET "SONAJEROS" 

martes, enero 03, 2012

Las margaritas florecen en invierno


"El auténtico milagro es caminar sobre la tierra"
                                                               Lin Chi

"Es entonces cuando son verdaderamente monjes, cuando viven del trabajo de sus manos"

"Otiositas inimica est animae et idem certis temporibus occupari debent frates in labore manuum..."
("La ociosidad es enemiga del alma, por eso los hermanos deben entregarse en determinados momentos al trabajo manual...")
                                                                                  Regla 48 de los Monjes Benedictinos

Hoy llegué a casa, y el campo olía a margaritas. Sobre el verde de la pradera invernal grupos de margaritas blancas refulgían como soles. Las margaritas se abren con el sol, por la noche cierran sus pétalos para dormir.

No es tiempo de margaritas, las margaritas florecen en primavera.

Pero hoy las praderas de casa olían a margaritas.

Estuve podando unos cuantos árboles, me da pena cuando los podo, pero es necesario.

Recogí estiércol de la cuadra de Coquelico, y repartí algo de abono entre los pequeños frutales, y entre los árboles recién podados.

Las gallinas iban de arbolillo en arbolillo removiendo el estiércol. Felices. El gallo cantaba a grito pelado. Las gallinas removían la tierra con sus patitas buscando "bishitos".

Cada vez que voy planto unos arbolillos, es tiempo de plantar; planté cinco encinas. Coquelico, atada en medio de la pradera me miraba y rebuznaba.

Repasé las estacas que sujetan a los olivillos para que estén verticales, volví atar algunos olivillos. Crecen cada día, apaciblemente, hacia el cielo. El verdor de sus hojas es más oscuro en invierno.

Apilé paja en los comederos de Coquelico, lentamente. Me encanta manejar la paja con la horca, que es la herramienta  que parece un tridente, pero con cinco puntas, con la que manejas fácilmente la paja, así como el estiércol.
Parezco un Poseidón con un tridente en la mano dentro del pajar de la casa de la pradera.

Seguí construyendo una puerta ganadera que hago poco a poco. Cortar palos de eucalipto y de mimosa que traje del bosque, adecuarlo a la cerca, coserlo con las cuerdas que envolvían las balas de paja, unas cuerdas negras, las cuales guardo para cualquier apaño. Es lento coser y coser los palos rectos que antes he limpiado de ramitas con el hacha, me centro mucho en coser, hay que mantener la tensión del cosido con la madera y la cerca de metal.

Como premio a la mañana de labores de campo, Coquelico, el Prana y yo nos fuimos a andar por los caminos a paso meditativo.

No vi las margaritas en los caminos pero hacía un sol extraordinario y no me cruce con nadie. Sólo los tres.

Al volver a casa, las praderas refulgían como soles por las margaritas, su olor me llenaba mientras subía para casa.

Las praderas llenas de margaritas. Un invierno primaveral. Un silencio maravilloso.

Minha galera-Manu Chao 

martes, diciembre 27, 2011

El burro Mariano y las estrellas fugaces



Hace dos semanas cuando llegué al campo por la mañana sentí que algo no iba bien. Al subir hacia el pajar me encontré con que Mariano estaba tumbado. Se había acostado por la noche, y ahora con el sol de la mañana no se podía levantar; pensé en el frío, que había empezado ya, y que el frío le impedía levantarse. Mariano ya era "mayorsito" y tenía sus achaques.

Le intenté ayudar, por un lado y  por otro, buscando la mejor posición, pero no podía ponerle en pie, se quedaba de rodillas. Le até una cuerda, y anudé la cuerda a Coquelico, la burrita, y tirando Coquelico y yo intentamos levantarle. Pero nada.

Volví a Huelva para las clases de yoga. Acabé sobre las 11 de la noche, así que me volví a subir al campo. Acerqué el coche a Mariano, le até varias cuerdas, como si fueran telas de araña, envolviéndole para ayudarle a erguirse. Nada, no podía. Así que le tapé muy bien con mantas para que la helada de la noche no le hiciera daño.

Y  de nuevo hacia Huelva, la noche era inmensa, casi no había estrellas, al salir de casa  una luz rasgó la noche: una estrella fugaz, pedí un deseo, y seguí avanzando por el camino de tierra, y ví otra estrella fugaz, y repetí el deseo.

Y avanzaba hacia Huelva, y sucesivamente cayeron del cielo cinco estrellas fugaces. Me dije: "joder que casualidad, justo hoy". Medité sobre ello, pero no encontré respuesta.

Y repetí los deseos y anhelos, todos centrados en Mariano.

El viernes por la mañana volví, Mariano seguía tumbado. Se encontraba bien, salvo que no podía levantarse. Le dí de comer, de beber con una regadera, y salí en busca de ayuda.

Nadie me quiso ayudar a levantarle:

-Está viejo, para qué le vas a levantar -me decían unos y otros- déjalo que se muera.

Pero a pesar de que sabía que Mariano ya estaba viejo, tenía que ponerle en pie, era mi amigo, así que si nadie me quería ayudar, contrataría a cuatro personas para levantarle.

Y así lo hice,  y entre los cinco lo levantamos, y bajé a Mariano a la pradera, y le dejé pastando de pie.

El sábado por la mañana, al verle de nuevo, ví que estaba tumbado, me acerque a él y me senté a su lado, y así estuve, hablándole: de nuestras aventuras de estos años, de nuestro modo divertido de cabalgar, agradecí su paciencia con mi inexperiencia, su paciencia con Coquelico, agradecí su compañía, su alegría, su saber estar; y le miraba a los ojos, y él me miraba, con esa mirada profunda e insondable, pero llena de comprensión hacia lo que nos decíamos.

-Mariano me tengo que ir, te voy a dejar bien tapado, y sé que no vas a poder, pero deseo que puedas levantarte de nuevo.

Y me marchaba, y él me llamaba moviendo las patitas y las orejas desde el suelo, y yo volvía y le volvía a acariciar. Así jugamos varias veces, un juego simbólico de vida y muerte, de amistad y realidad.

Llamé al veterinario, me dijo que no había solución y el domingo por la tarde quedé con él.

Esa noche soñé que iba por el centro de Sevilla con Mariano, cerca del Parque María Luisa, los dos tan panchos, contentos de ir mano a mano juntos, mirando la gente, los carros tirados por caballos, en una estampa del XIX.

Al día siguiente, el veterinario tras ponerle la inyección se quedo en silencio. Los dos estábamos cabizbajos, y yo acariciando a Mariano, le dije al veterinario:

-Sabes, el campo me ha ayudado mucho a comprender la realidad, es dura.
-Cuanto más campo, más realidad Carlos.

Nos dimos la mano, y han pasado varios días, y sigo llevando el corazón de Mariano ahí dentro. Y ha sigo un año duro en este aspecto, pues hace un año deje el campo por motivos de salud para volver a la ciudad tras 18 años campestres, y a pesar que he venido casi diariamente a la granjita, ellos han notado mi ausencia de un modo brutal, y han ido marchándose como estrellas fugaces,  en ese universo que creamos juntos, siempre acompañándome en una entrega plena.

Cada uno se forma su universo emocional, y la verdad, he sido muy feliz en el mío, ahora va cambiando y se abren otras puertas, otros universos y otros sentires, y estoy contento y sigo feliz pues han sido unos años maravillosos, y yo sigo ahí con Coquelico y el Prana y Thor y Azabache en la realidad del campo, y con mis arbolillos y las gallinitas, oliendo las margaritas, y  ahora sueño que cabalgo con Mariano por los campos, con Poirot, con la Neska, con el Chico, con Buck, con Leonsito, con Platero.


¿Quién no es una estrella fugaz?
¿Un halo en el firmamento?
¿Una flor, una fragancia?
¿Un sentir, una caricia?




Eliane Elias-「Movin' Me On」 


miércoles, diciembre 14, 2011

La caña cañera


Permanentemente me piden caña en clase. Una y otra vez explico que el yoga no es caña, o no caña. El yoga es yoga, y lo que practicamos es Hatha Yoga o diferentes escuelas de Yoga, y de ahí surgen muchos temas de comprensión que me parecen importantes. Pero que el yoga es mucho más que la caña, o que el Hatha Yoga.

El termino caña me parece grosero. A mí me atrae lo sutil.

Me he criado en un yoga duro, fuerte, intenso, sin misericordia. Y durante mucho tiempo,mientras era  alumno, esa fue mi bandera.

 Pero soy una persona curiosa, interesada profundamente en mi trabajo, y me di cuenta, y lo he ido experimentando durante los últimos años, que me interesa el yoga por multitud de razones; entre las más importantes porque me llena de corazón, de sentir, de vida, de vivir despierto, de darme mayor comprensión . De ello ya hemos hablado varias veces en el blog. Y como profesor transmito lo que siento, y de acuerdo a como voy profundizando en el yoga, así lo muestro en las clases, en los cursos, o retiros.

El yoga implica una actitud ante la asana, es una actitud de entrega, de unión, de estar en ti, de no dejarte llevar por un ego que quiere más, implica la humildad de lo sagrado en tu esterilla, en un centro, centrado, en una calma, que fluye. Y a veces cuando de un modo inconsciente me piden tanta caña, se cae en ello, en alimentar algo que no es. Es como perderse en la forma de la asana. Ese camino lleva a un bosque donde hay mayor dificultad para ver la luz.

Si la asana es una metafora¡¡¡¡

Prefiero dar una clase intensa con buenas dosis de lo sutil, que implique que cada célula de la piel participa de un modo lleno e inteligente sin perderse en un sudor fatuo.

Llevamos años trabajando bien en los diferentes grupos, estoy muy contento. Y entiendo que esta sociedad voraz exiga un yoga voraz. Uno es fuego cuando hace falta fuego, pero el arcoíris tiene infinidad de colores. Y nuestro entorno exige cadáveres, pero el yoga no crea muertos, al revés, los resucita. No cabe la prisa, ni ningún fuego que devora. En todo caso un fuego que quema las impurezas, siendo conscientes de ello.

A mí me gusta tener preparadas mis clases, mis meses, mis años, mis trienios, y avanzo inexorable, sin pausa, y permanentemente voy añadiendo todo aquello que muta en lo que soy y que veo adecuado para los alumnos. Y me gusta que la clase tenga un sentido, que lleve una dirección, que sea un escalonado que nos lleve a un lugar nuevo donde pueda descubrir algo que hay en nosotros.

A veces como un golpe zen, subo  el nivel de intensidad, y todo se recoloca, incluso aquellos egos que se elevaron, pero incluso así, la clase sigue teniendo un sentido. No es un juego acrobático o de olores. Y así entiendo que el concepto o la proyección se desmenuzan, pues la realidad, la única realidad es el sentir, y para ello uno ha de estar presente, y si sudas, hazlo sintiendo, y luego elige el camino que desees.

Prefiero sentir el yoga en ti y decírtelo porque el verte y sentirte  alimenta mi felicidad.

Down In Mississippi - Mavis Staples 

.

jueves, diciembre 08, 2011

La conciencia en el acto cotidiano


"Yo intento domesticarte, y tú intentas asilvestrarme"
                                                                   Manuela

La conciencia como un darme cuenta. La conciencia como un suspiro en el presente. El darme cuenta que soy y estoy aquí, en tierra, no en una nube de pensamientos que no son, son fantasía.

Conciencia como presente continuo intermitente.

Estos días de fiesta he estado en el campo. He estado atento a mi conciencia, a nutrirme, a entregarme, a sentir, a rehuir de lo falaz, de lo que no me alimenta. Es difícil, yo sólo lo intento y lo cuento.

Actos que me han dado cierta conciencia:

- El domingo hice una reunión en casa. Abrir mi casa a la gente que quiero y que me quieren, entregarme a ellos, escuchar, fluir. Nutrirme del otro. El grupo es importante. Conciencia en todo momento en que estuvieran cómodos y disfrutaran. El acto de ofrecer tu hogar:

Atento a escuchar, atento a los alimentos que preparaba en la chimenea, atento al vino, atento a cada uno, atento a recoger la mesa, a los pequeños detalles que no son invisibles y que ayudan a la fluidez. Atento a disfrutarlo relajado, atento sin egoismo.

-Conciencia de compartir en los demás días mi soledad, y mi compañía con mi pareja, Manuela.

Estar atento a los pequeños detalles, por ejemplo al plantar algarrobillos:

Elegir aquellos arbolillos que iba a plantar, hacer todo pausado, dar con la azada en tierra centrado en ello haciendo el agujero justo, preparar la tierra para el arbolillo, buscar piedras para rodear el arbolillo y que quedara señalado, cubrirlo con cariño, regarlo.

He estado tan feliz que tras varios años he vuelto a sacar mis herramientas para trabajar el cuero, y ahí sentado en el suelo frente a la chimenea he sentido el dulce calor mientras volvía a sentir en mis manos el trabajo artesano.

La conciencia la trabaja la atención porque estoy centrado en esos momentos, es decir trato de entregarme de lleno al acto, sin egoísmo, sin cavilaciones, seguro de mi entrega, y por ello eso da luz al acto, y por ello el acto es "vivo".

Es importante trabajar la no ilusión, me refiero a las percepciones erróneas, entregándose con plena conciencia al acto, al momento, de modo que la tiniebla no empañe ni condicione el acto "vivo". Eso significa no estar perdido en la cabeza sin vivir el acto, la emoción, el sentimiento, el momento. No estar perdido en un bosque de sombras y de niebla que no son el presente.

Educándome a  estar centrado en lo que soy  en el acto, en la emoción,  en el sentimiento; así el momento tiene otro sabor, me doy cuenta que degusto la vida.

Un buen truco, yo diría que un extraordinario truco, es entregarse de lleno a los pequeños actos cotidianos con plena presencia. Si te hablo, te hablo, y sé lo que digo, no hablo por hablar. Si me enjabono en la ducha siento el jabón que frota mi piel. Si me miras te miro...

De ese modo la vida adquiere presencia, sentido, sin las brumas de aquello que no es y que emana de una mente dispersa.

"A veces la luz de la conciencia muestra un todo sin discriminar y ello me muestra lo que yo soy, y eso a veces me sorprende, y a veces me digo: "¿Sería yo más feliz con el zapping de la inconsciencia, tumbado y muerto en vida, colonizado?"."
                                                                                            Carlos hablando con Harold

RADIO FUTURA semilla negra 


viernes, diciembre 02, 2011

Tu rayo de sol viene


"Tu rayo de sol viene, con los brazos abiertos,
a esta tierra mía, y se pasa el día en mi puerta.
Luego, a la vuelta, te lleva a tus pies
nubes hechas de mis lágrimas,
de mis suspiros y de mis canciones.

Enamorado y alegre, tú rodeas tu pecho estrellado
con ese manto de nubes de niebla,
y lo pliegas innumerablemente,
y lo pintas de colores infinitos.

Es tan ligero, tan suave, tan tiernamente lloroso,
tan oscuro, que tú, sereno y sin mancha, lo amas.
Así puedes velar tu terrible resplandor blanco
con sus patéticas sombras.

Ofrenda Lírica 68
Rabindranath Tagore
"Cuanto tiempo dura mi viaje"


Artículo escrito por Carlos Serratacó
Escuela de Yoga y Conciencia
Asociación Onubense de Yoga
Huelva, diciembre 2011

Artículos más visitados

Amigos del Blog

Todos los artículos a un clic

Traslate