miércoles, noviembre 30, 2011

Mi pequeño Poirot



Contaminado de dolor. Lleno de esperanza. Aceptar. Comprender. Andar por el camino. Entregarse sin miedo. Alegría.



Mi pequeño Poirot busco tumbarse al sol. En ese momento sabía que iba a morir. Ha estado enfermo desde que me marche del campo.



Pequeño Poirot te acurruque en mi brazos y lloré a moco tendido. Los dos al sol. Tú sabiendo. Yo también. Rodeados de los frutales que crecen, de los pájaros que cantan, de las gallinas que picotean entre la maleza que ha traído el otoño.



Juega y juega con Platero,
corre tras las palomas por las praderas verdes llenas de margaritas,
cuida del Prana que es pequeño y vulnerable,
persigue a los ratones en el pajar
duerme boca arriba y mira las estrellas.
Sé curioso, amoroso y perseverante.
Ven conmigo:
ayúdame a encender el fuego
a traer la leña.
Ser sensible:
parezco un tonto
plantando alcornoques y encinas
tan pequeños, tan minúsculos.
Con ese crecer tan lento,
como degustando la vida.
El cielo está naranja.

Commodores-Nightshift







miércoles, noviembre 23, 2011

Aparigraha, la no acumulación (ética del yoga)



"Así que sean cuales sean los pensamientos y emociones que surjan, déjalos llegar e irse como las olas del mar. Sea cual sea lo que te sorprenda pensando, deja que el pensamiento brote y se asiente sin presiones. No intentes asirlo ni lo alientes ni te complazcas en él; no te aferres a él ni intentes plasmarlo. No sigas los pensamientos ni los provoques; sé como un mar que contemplara sus olas, o como el cielo que contempla las nubes que lo cruzan"
       
                                                            Sogyal Rinpoché

Algunos artículos atrás comentamos que íbamos hablar de Yama y Niyama, vamos a empezar hablando de Aparigraha.

Comentaba que para mí Yama y Niyama hacían un todo, y su comprensión surgía y emanaba directamente de la práctica con la esterilla o por lo menos así lo he asimilado. Todo ello supone un permanente indagar, un escalonado interior.

Aparigraga significa "no acumular".

Materialmente estamos en una sociedad en la que acumular nos satisface, el estar llenos, de lo que sea. Acumulamos sin sentido, una parte se queda sin ser usada, otra se queda en el trastero, otra va a la basura, pero lo sustituyo de inmediato y poco de ello uso habitualmente. Acumulo pues existo podríamos decir.

Pocas veces nos paramos a meditar sobre el porqué acumulo tantas cosas materiales.

El acumular surge mucho de llenar un vacío que nos horroriza, de comprar compulsivamente y pensar que nos apacigua.

Acumular implicar poseer, si poseo soy, si soy acumulando delimito lo mío, y te recuerdo que no es tuyo, y por todos los medios no quiero perder aquello que es mío.

Podemos poner muchos ejemplos de aparigraha:  tengo la nevera llena a reventar porque he llenado el carrito de compra a reventar.

Miedo a no tener, miedo a no comer.

Resulta hermoso simplificar, tener lo justo, ir educándote en el desprendimiento, poco a poco, sin desfallecer, de un modo tranquilo. Tener materialmente sólo aquello que te resulta indispensable o justo, reflexionar que si tienes de más es importante ahondar en la generosidad de no acumular. Reciclar todo aquello que puedas, y si no quieres algo dáselo a personas que lo necesiten.

Vaciarte de lo sobrante, pues con ello ahondaras más en ti. Lo más grosero es lo material, empezar por darte cuenta.

Vacía tu mochila. Si tienes poco, tendrás poco miedo a perder ese poco.

Emocionalmente puedo llenarme de emociones que no sean saludables para mi espíritu, para mi cuerpo, para mi salud. Puedo también estar todo el día dando vueltas en un bucle permanente de conversaciones repetitivas, que no son más que discos usados, y perderme lo que tengo delante, mi realidad, mi presente.

Darme cuenta de aquellas emociones reiterativas, para vaciarme igualmente de ellas, para liberar la mente de pesos inútiles, de sufrimientos pesados.

Abrir mi universo emocional a la vida, no permanecer dando vueltas en lo acumulado, abrir mi ser para no dejar de construirme, disfrutar de lo no encajonado, de aquello que surge del imprevisto, de lo espontáneo de  ti mismo.

Se espontáneo, baila
Se espontáneo, vive
La espontaneidad es un territorio virgen por descubrir
Se generoso, entrega tus emociones
Puedes dar, puedes recibir, puedes fluir

En la esterilla, trato de mantener la equidad de las partes, de no cargarme de tensiones de más, de tener mi respiración tranquila sin acelerarla, de no dar más peso a unas partes que a otras. De no acumular ego por las figuras de las asanas. De disfrutar del viaje de la clase sin cargas, aligerándome todo lo que pueda. Curiosamente, tras el Savasana, mi mente y mi cuerpo se encuentran vacíos.



Qué bonito el pavo real que viene a ver como cepillo a Coquelico, que bonito cuando abre las alas y me regala su plumaje de colores, me lo da de corazón.

Los Aslandticos - De momento

miércoles, noviembre 09, 2011

Cepillando a Coquelico


Es lo que debes hacer:amar la tierra, el sol
y los animales, desdeñar las riquezas,
dar limosna a todo el que pide, estar presente
para el estúpido y para el loco,
dedicar ganancias y trabajo a los demás,
odiar a los tiranos, hablar sin implicar a Dios,
tener paciencia e indulgencia con la gente...
reconsiderar todo lo que se nos ha dicho en la escuela,
en la iglesia o en cualquier libro,
descartar lo que representa un insulto para el alma
y tu carne se convertirá en un gran poema
  
                                                    Walt Whitman

Alguna vez he comentado que cuando Coquelico llego a casa desde la Sierra de Aracena, era una burrita salvaje.

El primer paso era acercarme sin que saliera huyendo. Eso fue una labor de meses.

El segundo paso fue colocarle un "collarsito", lo tuvimos que hacer entre tres personas encerrándola en la cuadra, un lugar al que sólo va a comer pues siempre anda suelta.

El tercer paso fue atar una pequeña cuerda a ese collarsito, de modo que yo pudiera coger la cuerdita y sujetarla un momentito y empezar a andar a su lado, los dos.

Lo que cuento fueron meses y meses de constancia en ganarme su confianza para acercarme a ella, aquí escrito, en el blog, son tres líneas.

Coquelico significa amapola en francés.

Y por fin, ya iba andando al lado mío por los campos mientras la sujetaba. Ya la acaricio y me busca.

Pero seguía muy mimosa y muy caprichosa, y a la mínima suelta una patada de artes marciales, si te pones detrás suyo o muy pegada a su lado.

Así que me he ido enterando los siguientes pasos de la doma; decir que en mi vida he domado una burra, pero de momento no voy mal.

y los siguientes pasos son:

Dedicarle mucho tiempo, dedicarle espacio para cepillarla con un cepillo, todos los días a ser posible. Antes de eso elegir un lugar bonito donde se la ata; así que la ato al árbol más bonito, y todos los días la cepillo. El truquillo es ir avanzando de la cabeza al lomo, el problema es que ella va dando la confianza, y desde la mitad del lomo para atrás, hacia los cuartos traseros, cepillarla supone ganarte una patada.
Pero bueno, soy perseverante.

Y voy avanzando.

La cepillo apaciblemente en este otoño verde, Mariano el burro nos mira, los gallos cantan, y yo cepillo y cepillo.

De vez en cuando, de un modo mágico aparece un pavo real, que aterriza de un modo nada mágico en el tejado, y se queda mirando como cepillo a Coquelico.

A ratos descanso y aprovecho para abonar algún arbolillo.

Otro aspecto de la doma es que debo ir acostumbrándola  a que lleve algo encima. Así que después de cepillarla un ratito, le pongo una manta encima, y se cabrea, pero ya va bien.

Me han dicho que en el cepillado hay que hablarla mucho, con cariño, con palabras de afecto. Ella según mi tono de voz mueve las orejitas como si fueran un radar, e interpreta y siente.

De momento estoy ahí, más adelante debería poder ponerme detrás de ella sin que me pegara una patada, pero creo que para eso faltan meses.

Tenga que sacarla mucho a pasear y mucho "manoseo", que es lo que dicen los hombres mayores, es decir dedicarle tiempo, para que ella se vaya sintiendo cómoda.

Esta semana se me ha ocurrido atar dos canastos y colocárselos, y traer leña hacia la casa, así la acostumbro al peso. Veremos que pasa.

Ella siempre alerta, yo siempre alerta. Los dos alertas y relajados, ambos sin tiempo dedicados a domarnos en un contacto ancestral, con un animal extraordinario, el burro, que está desapareciendo, pues las maquinas lo ocupan todo. Ya no hay tiempo para la doma, ya no hay tiempo para nada.

Que falacia más grande, que mentira tan atroz. El tiempo como castrador y ente productivo, como guillotina permanente de una proyección sin sentido.

¿Quién cepilla a quién?
la confianza como abandono
el abandono como un descubrir
mi mano cepilla
Coquelico pestañea.
Voy por el lado derecho,
Voy por el lado izquierdo.
Los árboles y la hierva cargados de rocío,
y mi mente sigue empañada.
¿Quién cepilla a quién?
¿Quién doma? ¿Que doma?

Prince - Purple Rain
http://www.youtube.com/watch?v=KAUuqy09mOs&feature=related

domingo, noviembre 06, 2011

Muladhara y la Tierra


Y el otro tema del Retiro de Otoño fue hablar del chakra raíz, huyendo de esoterismos, de historias sin sentido. Muladhara representado como el enraizarnos, el sentir donde pisamos, donde estamos, observar nuestra realidad en ese momento.

La postura de Tadasana, la montaña, como asana-símbolo. Sentir mis pies, mis tobillos, mis rodillas...mi cuerpo, ajustar lo que soy en ese momento. Ver de cara, ver el mundo de frente. Sentir la tierra, sentir mis raíces, darme cuenta que me nutre la tierra, que el cielo sujeta mi cabeza, mi gravedad.

Mis pies como algo diminuto y poderoso, mis pies liberados de los yugos que le aprisionan. Mis pies en tierra me dan seguridad, me apaciguan, me dan confianza.

La tierra como presencia. Como presente de saber que estoy pisando. La tierra como elemento de paz, cada pisada es paz.

La tierra como algo físico que puedo tocar, la tierra con la raíz, mis pies que se hunden en las profundidades y se nutren de otras raíces.

Muladhara que me lleva a la verticalidad, la semilla que nace en la base de la columna. Semilla que brota.


Sentirme equilibrado y centrado dentro de un desequilibrio permanente producido por la gravedad y las emociones. Arraigado en lo que soy. Sujeto al suelo. Sí me siento realmente sujeto a tierra, puedo ser suave y fuerte, alto y bajo, estar y no estar, puedo ser invisible aunque esté presente. Porque sentir la raíz es tener plena presencia.

Muladhara como elemento que desecha aquello que no soy, situado en las cloacas de nuestro ser. Aprender a desechar aquello que pesa para sentirse ligero, sin tanta carga.



LLueve, hace sol, hace ventisca, es de noche, pero curioso, permanezco arraigado a la arena, abrigado en sus brazos, soy un grano de arena más... 

Acdc - Thunderstruck - Angus Young - (Live Donnington)

Bailando sin collar



Nunca he llevado collar, siempre he vagado libre, aquí, allí, en el centro, en el norte, allende de los mares, y ahora en el sur.

Libre y sólo bajo un olivo, sin dependencias.

Libre bajo una higuera bajo un cielo estrellado cuajado de estrellas en el cerro Negro alpujarreño.

Libre en Malasaña.

Libre en lo alto de un acantilado, desde el fondo de una cueva, en el Cabo de Gata, mirando ese horizonte pleno.

Libre en Caños, desnudo bajo gotas de luz.

Libre andando por el desierto de Pakatnamu, en el norte del Perú entre pirámides huecas y huesos que hablan.

Libre, cruzando la pampa, mirando hacia arriba los Andes.

Libre en la densidad del bosque gallego, de los zorros y de las meigas.

Libre en mis pisadas, en mi mirada, en mis gestos y en mis actos, libre en pensamiento.

Libre en mi trabajo,  libre del tiempo, libre a ratos de condicionarme y creérme el cuento, prefiero vivir relajado.

Libre en el mar esperando la ola.

Libre en el campo cepillando a Coquelico.

Libre viviendo, libre en la muerte, libre en la enfermedad.

No colonizado ni  encolerizado. No sujeto.

Me encanta bailar, oohhhhhhhhhhhhh el soul y un poquillo de rock

Libre al bailar.

Mi cuerpo sensible traza dibujos sin seguir una guía, liberado de rutinas, sin corsesssssssssssss. Todo se mueve y siente.

Otoño me pone melancólico,  pero sólo por un rato, entonces reacciono y bailo!!!

Me gusta estar sólo en este momento, y sentir cada instante.

Vivir, bailar, disfrutar tras dos meses yoguicos a tope.

Cielo de otoño en Huelva, nubes que son algodones, las praderas verdes, el mar con olas, las playas desiertas. Los pájaros no paran de revolotear.

Ahí va mi pequeño homenaje que me he dado tras un retiro dedicado al silencio.

Chuck Berry - Johnny B. Goode live 



sábado, noviembre 05, 2011

Retiro de Otoño: el silencio entre el caer de las castañas


Y hace dos semanas tuvimos el Retiro de Otoño y ahondamos en dos temas: por un lado iniciamos los chakras con Muladhara, y por otro profundizamos en una aproximación al silencio.

El silencio como un estado de ser, como una parte de nosotros que está ahí, y sólo mediante la escucha, cabe descubrirlo. Una escucha interna, una escucha que nace de crear unas condiciones donde el ruido interno, "tanto hacer", "tanto pensamiento" se apaciguan y se llenan de calma, y entonces es posible esa escucha de silencio. Un silencio que habla, acompaña, reubica, y se hace indispensable. Es un estado de paz, es un silencio pacífico.

Un silencio que crea espacio, que da libertad, que te hace contactar con lo íntimo de lo que eres. Un silencio insondable como un mar y un cielo que te inundan y te ayudan a estar ahí, atento.

El retiro de Otoño lo solemos celebrar en la Sierra de Aracena, llovía a veces, y nos encontrábamos rodeados de olivos y castaños en un viejo molino restaurado. Todo el verdor, toda la luz, todos los ruidos de la naturaleza alimentaban nuestro silencio interno, nos permitían comprender.

En mi caso, sin silencio no puedo sentir, me hace falta para nutrir mi corazón, para alimentar mi alma, por eso salí muy satisfecho del grupo y del trabajo, de lo que creamos y de lo que ahí nació.

He traído pequeños castañitos y laurelitos a Beas, he plantado algunos, veremos si hay suerte.

juan luis guerra--- ojala que llueva cafe 

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