lunes, mayo 26, 2014

Habitando la felicidad




"-¿Es esto la felicidad?
-Sí, como ves, así es, no hace falta más."
 Conversaciones en un parque de Huelva mirando las musarañas.


Normalmente suelo comentar de vez en cuando con los alumnos antes de  las clases cualquier tema que me parece interesante para todos y que nos permita comprender un poco más. El otro día hablábamos en clase:

-Bueno, solemos empezar las clases meditando, y muchas veces os hago preguntas sobre lo que sentís, sobre la meditación o sobre lo que vaya surgiendo de yoga. Hoy os voy a volver a preguntar sobre la meditación... Bien, nos sentamos, cerramos los ojos, ¿y qué? ¿Qué pasa?¿O no pasa nada?

-Trato de no pensar -dice un alumno.
-Bueno, eso es un poco complicado ¿no? -le digo -. Bien, cerramos los ojos, ¿y qué?

-Pues yo desconecto -dice otro alumno.
-¿De qué desconectas? Bien, cerramos los ojos, ¿y qué?

-Yo siento el cuerpo  -dice un tercero.
-Genial, sientes el cuerpo, cuéntame algo...
-Procuro sentir mi cuerpo...
-Maravilloso, dime más...
-Me acomodo.
-¿Te pones cómodo en postura entonces? ¿Te ajustas internamente?
-Sí.
-Eso del cuerpo, ¿qué es lo que sientes?
-Siento las piernas, la columna, la cabeza...
-Cuéntame algo más, por ejemplo, ¿te pesa el cuerpo como cuando empezaste hace dos años, o te sientes más ligero?
-Me siento más ligero.
-Genial, ¿estás más cómodo en tu cuerpo, no?
-Sí.

-Bueno, volvamos al inicio. Nos sentamos a meditar. Cerramos los ojos. Contadme más...

-Yo observo mis pensamientos  -dice otro alumno
-Estupendo... ¿y?
-Trato de no irme con ellos, me fijo en mi respiración.
-Anda, qué bien.  Es decir, llega algo, lo observas y dejas que se vaya, ¿es así? Y te mantienes en tu respiración.
-Sí, unas veces me cuesta mucho y otras no...
-Pero ahora eres capaz de estar sentado, observar y no salir corriendo, ¿es esto cierto?
-Sí.
-Es decir, ahora estas cómodo con más facilidad con tus pensamientos, tus emociones, con tu respiración... Los observas... Si quisieras, eres capaz de darles nombre a esos pensamientos.... Si te embarga una emoción, por ejemplo, sabes ponerle un nombre y, ¡anda!, eres capaz de mantenerte observando sin verte arrastrado por ellos, aunque sea un rato… ¡coño y te respiras! Qué alucine, ¿no? Respirarse, sentir la vida.

Como veis, a lo largo de estos meses habéis sido constantes, disciplinados en vuestra practica, no habéis desfallecido y han ocurrido pequeñas cosas en apariencia sin sentido, pero son muy importantes, son lo que denomino los pequeños milagros que nos crean las condiciones de felicidad.

Resulta que estamos cómodos con nuestro cuerpo, además lo siento como cuerpo, no lo imagino. Esto es muy importante: es diferente imaginar, fantasear sobre el cuerpo, que sentirlo. Eso se llama "la realidad del cuerpo": el cuerpo ya no es solo referencia de placer o dolor, nos está diciendo muchas más cosas, se ha hecho amigo nuestro, estamos cómodos, nos sentimos confortables con él, es una ancla de felicidad.

Me comentáis que si os distraéis mediante la respiración volvéis a prestar atención: a eso lo podemos llamar "recuperar el hilo de la existencia", volvemos a nosotros y eso es un milagro bellísimo. Resulta que ya no andamos tan perdidos en el olvido de no estar atentos, ya no andamos tan perdidos entre tantas distracciones en un bosque sin luz, donde no sabemos el camino que pisamos.

Me habláis de que observáis el caudal de pensamientos, de emociones… Decíamos que con eso ya estamos aprendiendo a ponerles nombre. Si nos embarga una sensación de cualquier característica sabemos, sentimos por qué es y no os dejáis arrastrar por ese caudal o tsunami de pensamientos y emociones. Se ha producido otro milagro maravilloso, estoy aprendiendo a tener espacio interior, estoy aprendiendo a ser libre, pues elijo. A eso se llama "descernir libremente mi espacio de libertad".

Entonces, solo de estar sentados, junto con nuestra práctica de yoga, con nuestra regularidad, con todo ello, se están produciendo milagros. Jopé, con la que está cayendo y resulta que todo ello me hace feliz, ¿no? Pues vivir en el cuerpo, vivir en la respiración y vivir en la mente significa vivir despierto, despierto "al presente de nuestra vida", que es lo más hermoso que hay. Además ¿no estamos cómodos, no nos sentimos confortables con ello? ¿No siento más amabilidad hacia mí mismo, hacia mi cuerpo, hacia mis pensamientos, hacia mis emociones, hacia mi respiración?

La amabilidad hacia uno mismo es una de las semillas más poderosas del amor. Persistamos y, entonces, ese caudal lo alimentaremos de amor y todo ello, gota a gota, paso a paso, nos permitirá vivir despiertos hacia la felicidad de la existencia.


Todo este andar, todo este camino nos está enseñando a vivir en nosotros: a eso se llama "habitar en la felicidad andando por el bosque sabiendo dónde pones los pies".



3 comentarios:

Amparo dijo...

Sublime, como siempre.
Gracias por este trocito más de tu sabiduría yoguica.

Edu dijo...

Carlos, hablas de muchas cosas, me gusta, mi opinión es que que sólo una mente en calma y sin distracciones puede elegir, al final es una cuestión energética.
El consumo energético del cerebro llega a alcanzar el 20% del total de la energía que consume todo el organismo. El cerebro está conectado con los sentidos y el sistema nervioso, de ahí debería venir el consumo de energía para vivir el presente, sin embargo, la mayor parte de la energía que consume el cerebro la consume porque está muy ocupado con conflictos, luchas internas, miedos, deseos..., sin tener energía suficiente para evadirse de la prisión que el mismo se ha creado.

Mon dijo...

Me gustan las charlas que nos das antes de las clases, nos aclaras muchas cosas que no sabemos quizás describir, de hecho, desde mi opinión se hacen cortas... Gracias!

Besos!!

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