viernes, julio 16, 2010

La siega y el pajar


                       


Durante el mes pasado estuve limpiando el pajar.  Fueron horas de calor, de sacar la paja vieja, cambiarla de sitio. Y recoger la paja suelta y sacarla fuera para los burros, carretillas y carretillas. Ha sido un trabajo duro, hermoso y pleno. Mi compañía, los perros mirándome y pasando también mucho calor, la burra colándose de vez en cuando en el pajar para cotillear.

En julio los girasoles florecen y mil soles amarillos miran al cielo. Los campos llenos de cebada y trigo esperan la siega. Antiguamente era a mano, ahora son los tractores los que siegan. Me comentaba un alumno que siega sus campos que el calor dentro de la cabina del tractor llega a ser terrible. La paja desmenuzada queda tras el paso del tractor, luego una máquina  vuelve a pasar y empaqueta y hace las balas de paja. 

Hablábamos hace no mucho de la palabra proceso. La tierra ahora ya trillada da paso a un amarillo seco, la gente suele llevar a sus caballos o burros y los dejan en el campo recién trillado junto a un cubo de agua, y estos van limpiando lo que queda de la trilla. Luego esa tierra amarilla se va poniendo roja según llega el otoño, marrón en invierno y luego el verde de primavera cuando de nuevo nace lo que el hombre ha plantado. Colores y estaciones. La vida.

Llegó un camioncito a casa y sacamos las balas de pajas con los hombres que la traían y las fuimos metiendo ordenadas en el pajar limpio, guardando para el año 122 balas de paja.

Hay que esperar para darles esta paja a los burros, pues recién cortada, hay más riesgo de que les dé un cólico. Por lo que van tirando de la antigua, la del año pasado.

Y a lo largo del año van comiendo la paja, y luego yo recojo con la carretillas el estiércol, que reparto en los arboles, y el proceso sigue, pues los árboles agradecidos me dan una sombra más frondosa ahora en verano, o sus frutos me saben más ricos cuando me los como.

Todos se ayudan, se compensan, se equilibran, se alimentan, se complementan, se encajan, sin prisa pero sin pausa, con paciencia. Sin el otro no seríamos lo que somos, sin el otro no habría campo labrado, paja que repartir, tierra que alimentar.

Y el yoga es eso, un proceso de diálogo entre las partes donde sin darle compresión a una parte en el todo nada tendría sentido. Y a cada parte hay que reconocerla y aprender a amarla y ser agradecido con ella. Sin entender que el espíritu puebla cada poro de la piel, que la respiración es aire, pero es emoción, y que la mente es parte, no dueño, no entenderíamos que la vida está ahí y en conjunción, sin discriminación. Todo ello nos sana y nos hace la vida más fácil, menos violenta con nosotros mismos, más pausada y paciente, pues todo se va integrando.

LaBelle - Lady Marmalade (Live 1975)
http://www.youtube.com/watch?v=GRDTBNVWKOw

Andrés Calamaro - Flaca
http://www.youtube.com/watch?v=mNCVKMHPCzc&feature=fvsr















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